Nombre científico Ocimum basilicum denominada vulgarmente
como albahaca o alhábega, es una hierba aromática
anual de la familia de las lamiáceas nativa
de Irán, India y otras regiones tropicales de Asia, que
lleva siendo cultivada varios milenios.
CARACTERÍSTICA
Hierba anual,
cultivada como perenne en climas tropicales, de crecimiento bajo
(entre 30-130 cm), con hojas opuestas de un verde lustroso, ovales u
ovadas, dentadas y de textura sedosa, que miden de 3 a 11 cm de largo por 1 a 6
cm de ancho. Emite espigas florales terminales, con flores tubulares
de color blanco o violáceo las cuales, a diferencia de las del resto de la
familia, tienen los cuatro estambres y el pistilo apoyados
sobre el labio inferior de la corola. Tras la
polinización entomófila, la corola se desprende y se desarrollan
cuatro aquenios redondos en el interior del cáliz bilabiado.
CULTIVO
Esta planta es muy
sensible a las heladas. Se cultiva únicamente por semillas, que se pueden
sembrar en semilleros o macetas en un invernadero a principios o
mediados de la primavera. Requiere una posición soleada, aunque en climas de
veranos muy calurosos agradece algo de sombra y suelos fértiles, permeables y
húmedos.
LA ALBAHACA EN LA GASTRONOMÍA
La mayoría de las
diferentes variedades de albahaca cultivadas en muchas regiones
de Asia tienen un sabor parecido al clavo (Eugenia caryophyllata),
que es generalmente más fuerte que el de las variedades europeas.
También es
frecuentemente usada en la cocina mediterránea; se puede consumir fresca o
seca para aderezar tanto ensaladas, sopas de verduras, salsas para acompañar
platos de pasta - la famosa salsa italiana de pesto la lleva como
ingrediente principal -, como guisos de todo tipo de carnes.
La hierba fresca se
puede mantener en el frigorífico durante cortos periodos de tiempo guardada en
una bolsa de plástico o durante periodos más largos en el congelador,
si se le escalda rápidamente en agua hirviendo. También se pueden mantener las
hojas frescas en un tarro con una pizca de sal y cubiertas con aceite de oliva.
Otra forma de conservarla es liarla en papel de cocina ligeramente húmedo y
después volver a liarla en papel de aluminio. Para que no se apelmace a la hora
de picarlo, lavarlo antes de guardarlo en el frigorífico, cuando lo queramos
utilizar, lo sacaremos del frigorífico y lo picaremos directamente y así no se
apelmaza.
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